Introducción:
En la Biblia, el término «comisionar» tiene una significativa relevancia y se encuentra presente en diversos pasajes que nos brindan una visión profunda sobre el papel que desempeñan las personas en la obra de Dios. Comprender el significado de comisionar en el contexto bíblico nos permite explorar cómo Dios elige y envía a sus siervos para llevar a cabo sus propósitos en la tierra. En esta guía completa, exploraremos detalladamente este concepto, analizando los pasajes clave, desglosando su significado y proporcionando ejemplos relevantes. A través de esta exploración, esperamos brindar una comprensión más clara y profunda sobre el significado de comisionar en la Biblia, y cómo su aplicación puede impactar nuestras vidas como creyentes.
¿Qué es comisionar según la Biblia?
Según la Biblia, comisionar es un acto mediante el cual Dios otorga autoridad y responsabilidad a personas específicas para llevar a cabo una tarea o misión en su nombre. Esta acción divina implica un llamado personal y una capacitación especial, y se encuentra presente en varios pasajes bíblicos. Por ejemplo, en Mateo 28:19-20, Jesús comisiona a sus discípulos a predicar el evangelio y hacer discípulos de todas las naciones. Además, en Hechos 1:8, Jesús promete el poder del Espíritu Santo a sus seguidores para que sean sus testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. A través de estos ejemplos y otros, la Biblia nos muestra que ser comisionado implica ser elegido y capacitado por Dios para cumplir un propósito específico en su obra.
¿Qué significa la palabra comisiono?
La palabra «comisionar» en la Biblia se refiere a la acción de encomendar o asignar una tarea o responsabilidad específica a una persona. Esta palabra está relacionada con el acto de autorizar a alguien para llevar a cabo una misión o encargo determinado. A lo largo de las Escrituras, encontramos varios ejemplos de cómo Dios comisionó a diferentes individuos para llevar a cabo su voluntad. Un ejemplo clave es cuando Jesús comisionó a sus discípulos para predicar el evangelio y hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20). Esta comisión divina muestra la importancia de ser obedientes a la voluntad de Dios y llevar a cabo la tarea encomendada con diligencia y compromiso.
¿Qué es comisionar a una persona?
Comisionar a una persona, según la Biblia, implica asignarle una tarea o responsabilidad específica en el contexto de la obra de Dios. Este acto de comisionar puede ser realizado por Dios mismo o por personas en posiciones de autoridad dentro de la comunidad de fe. La comisión puede incluir la predicación del evangelio, el liderazgo en la iglesia, el cuidado de los necesitados o cualquier otro servicio que contribuya al cumplimiento de la voluntad de Dios. Un ejemplo claro de comisionar se encuentra en el libro de Mateo, donde Jesús comisiona a sus discípulos, enviándolos a proclamar el evangelio y hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20).
Este acto de comisionar implica una autoridad y una responsabilidad sagrada, y aquellos que son comisionados deben cumplir fielmente con la tarea encomendada.
¿Cómo se escribe la palabra comisiones?
En la Biblia, la palabra «comisiones» se refiere a las tareas o responsabilidades específicas que se les asignan a las personas para llevar a cabo en el nombre de Dios. Estas comisiones pueden variar desde predicar el evangelio y enseñar las Escrituras hasta realizar obras de caridad y servir a los demás. En el libro de Mateo, Jesús comisiona a sus discípulos diciéndoles: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» (Marcos 16:15). Esta comisión de compartir el mensaje de salvación es una tarea fundamental para todo creyente. Además, en el libro de Hechos, vemos cómo los apóstoles fueron comisionados para establecer y fortalecer las iglesias en diferentes regiones. En resumen, las comisiones en la Biblia representan la responsabilidad y llamado que Dios ha dado a sus seguidores para llevar a cabo su obra en el mundo.
Es importante destacar que estas comisiones no son meras tareas asignadas, sino que van acompañadas del poder y la autoridad divina. Jesús promete a sus discípulos en Mateo 28:20: «Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Esto significa que aquellos que son comisionados por Dios no están solos en su labor, sino que cuentan con la guía y la fortaleza del Espíritu Santo. Además, es esencial recordar que las comisiones en la Biblia no son exclusivas de los líderes religiosos, sino que todos los creyentes son llamados a participar en la obra de Dios. Cada uno tiene un papel único y valioso en la expansión del Reino de Dios, ya sea a través del servicio, la evangelización o cualquier otra forma de servicio que Dios les haya encomendado. En conclusión, las comisiones en la Biblia son un llamado divino para los creyentes a cumplir tareas específicas en el nombre de Dios, con su poder y autoridad.
La gran comisión significado bíblico
La Gran Comisión es un mandato importante que Jesús dio a sus discípulos antes de ascender al cielo. Se encuentra en el Evangelio de Mateo 28:19-20, donde Jesús les instruye a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que Él ha mandado. Este mandato es de gran relevancia para los cristianos, ya que nos llama a compartir el mensaje de salvación y a guiar a otros hacia una relación personal con Dios. La palabra «comisionar» implica una autoridad dada por alguien superior para llevar a cabo una tarea específica, en este caso, la tarea de hacer discípulos. Esta comisión no se limita a un grupo selecto de personas, sino que es un llamado para todos los seguidores de Jesús a cumplir su propósito en la tierra, llevando el evangelio a todas las personas, sin importar su origen o cultura. Este mandato nos desafía a salir de nuestra zona de confort y a ser testigos del amor y la gracia de Dios en todo el mundo.
A lo largo de la Biblia, encontramos numerosas referencias al acto de comisionar, que implica otorgar autoridad y responsabilidad a alguien para llevar a cabo una tarea específica en nombre de Dios. Este acto de comisionar refleja la voluntad divina de involucrar a los seres humanos en Su plan redentor para la humanidad.
En el Antiguo Testamento, vemos cómo Dios comisionó a líderes como Moisés y Josué para guiar al pueblo de Israel hacia la tierra prometida. Estos líderes fueron llamados por Dios, capacitados y enviados con una misión clara. En el Nuevo Testamento, Jesús comisionó a sus discípulos, dándoles la autoridad para predicar el evangelio, sanar enfermos y expulsar demonios. Esta comisión se extendió a la iglesia primitiva, donde los apóstoles fueron enviados a proclamar el mensaje de salvación a todas las naciones.
Comisionar en la Biblia implica un llamado divino, una capacitación divina y una misión divina. A través de la comisión, Dios invita a los creyentes a participar activamente en Su obra en el mundo. Como seguidores de Cristo, debemos estar dispuestos a responder a este llamado, buscando la voluntad de Dios, preparándonos y confiando en Su guía y poder. La comisión nos desafía a salir de nuestra zona de confort y a vivir una vida comprometida y transformadora, siendo testigos del amor y la gracia de Dios para con todos los seres humanos.